Cómo usar la luna para saber cuándo comienza el Ramadán
Ramadán es un mes sagrado para los musulmanes de todo el mundo y es importante saber cuándo comienza. Tradicionalmente, el comienzo del Ramadán está determinado por el avistamiento de la luna nueva. Pero, con la ayuda de la tecnología, ahora es posible usar la luna para saber cuándo comienza el Ramadán.
Cómo usar la luna para saber cuándo comienza el Ramadán
Para usar la luna para saber cuándo comienza el Ramadán, necesitarás saber lo siguiente:
- La hora exacta de la luna nueva – Este es el momento en que la luna está completamente oscura y es el comienzo del nuevo mes lunar.
- el tiempo de la puesta del sol – Este es el momento en que el sol se pone y la luna es visible.
- El tiempo de la puesta de la luna – Este es el momento en que la luna se pone y comienza el nuevo día.
Una vez que tenga esta información, puede usarla para calcular el comienzo del Ramadán. Si la luna nueva es visible antes de la puesta del sol, ese día comienza el Ramadán. Si la luna nueva no es visible antes de la puesta del sol, el Ramadán comienza al día siguiente.
Conclusión
Usar la luna para averiguar cuándo comienza el Ramadán es una forma simple y efectiva de determinar el comienzo del mes sagrado. Con la ayuda de la tecnología, ahora es posible calcular con precisión el comienzo del Ramadán y garantizar que se celebre correctamente.
Elcalendario islámicose basa en la luna, cada mes coincide con las fases de la luna y dura 29 o 30 días. Tradicionalmente, uno marca el comienzo de un mes islámico mirando el cielo nocturno y avistando visiblemente la leve Luna creciente (hilal) que marca el comienzo del próximo mes. Este es el método que se menciona en el Corán y fue seguido por el Profeta Muhammad.
Cuando se trata de Ramadán Sin embargo, a los musulmanes les gusta poder planificar con anticipación. Esperar hasta la noche anterior para determinar si el día siguiente es el comienzo del Ramadán (o Eid Al Fitr ), requiere que uno espere hasta el último minuto. En ciertos climas o lugares, incluso puede ser imposible ver visiblemente la luna creciente, lo que obliga a las personas a confiar en otros métodos. Hay varios problemas posibles con el uso de la luna para indicar el comienzo del Ramadán:
- ¿Qué pasa si las personas en un área ven la luna, pero las de otra área no? ¿Está bien que comiencen y terminen el ayuno en días diferentes?
- ¿Deberíamos seguir el avistamiento de la luna en Arabia Saudita (o en cualquier otra parte del mundo) o deberíamos avistarlo nosotros mismos en nuestra comunidad local?
- ¿Qué pasa si nuestra ubicación está nublada y nublada y la luna no es visible para nosotros?
- ¿Por qué nos molestamos en buscar la luna, cuando podemos calcular astronómicamente cuándo nace la luna nueva y, por lo tanto, cuándo debería ser visible la media luna? Eso elimina el error humano, ¿verdad?
Aunque estas preguntas surgen para cada mes islámico, el debate adquiere más urgencia y significado cuando llega el momento de calcular el comienzo y el final del mes de Ramadán. A veces, las personas tienen opiniones contradictorias al respecto dentro de una sola comunidad o incluso de una sola familia.
A lo largo de los años, varios académicos y comunidades han respondido esta pregunta de diferentes maneras, cada uno con apoyo para su posición. El debate no está resuelto, ya que cada una de las dos opiniones fuertemente sostenidas tiene partidarios:
- La primera opinión que prevalece es que uno debe comprometerse con un avistamiento local de la luna, es decir, comenzar y terminar el Ramadán en función del avistamiento de la luna en su vecindad local. Los cálculos astronómicos pueden ayudarnos a predecir cuándo *debería* ser visible la luna, pero muchos musulmanes todavía prefieren seguir el método tradicional de mirar al cielo ellos mismos para 'ver' físicamente la luna.
- Otra opinión predominante es que con la tecnología que tenemos a nuestro alcance, uno debe calcular cuándo va a nacer la luna nueva y basar el calendario en eso. La ventaja es que las fases lunares se pueden medir con bastante precisión, lo que facilita la planificación y evita errores.
Las preferencias por un método sobre el otro son en gran medida una cuestión de cómo se ve la tradición. Es probable que quienes se dedican a la práctica tradicional prefieran las palabras del Corán y más de mil años de tradición, mientras que quienes tienen una actitud más moderna probablemente basen su elección en cálculos científicos.