Pavor y angustia: temas e ideas en el pensamiento existencialista
Pavor y angustia: temas e ideas en el pensamiento existencialista es un libro revelador que explora los conceptos filosóficos del existencialismo. Escrito por el renombrado filósofo y erudito Dr. John M. Fischer, este libro examina los diversos temas e ideas que son fundamentales para el pensamiento existencialista.
El libro está dividido en tres partes. La primera parte analiza el concepto de pavor, que es el sentimiento de estar abrumado por la incertidumbre de la vida. Examina cómo este sentimiento puede conducir a una sensación de angustia o ansiedad, y cómo esto puede abordarse a través del pensamiento existencialista. La segunda parte analiza los diversos temas e ideas del existencialismo, como la libertad, la responsabilidad y la autenticidad. Finalmente, la tercera parte analiza cómo se puede aplicar el pensamiento existencialista a la vida cotidiana.
La escritura del Dr. Fischer es clara y concisa, lo que facilita la comprensión de los conceptos del existencialismo. También proporciona numerosos ejemplos para ilustrar sus puntos. El libro es un excelente recurso para cualquier persona interesada en aprender más sobre el existencialismo y sus implicaciones.
En general, Pavor y angustia: temas e ideas en el pensamiento existencialista es un libro informativo y estimulante. Es una lectura esencial para cualquier persona interesada en explorar la temas y ideas del existencialismo y cómo se pueden aplicar a la vida cotidiana.
Las palabras 'angustia' y 'pavor' son utilizadas a menudo por pensadores existencialistas . Las interpretaciones varían, aunque existe una definición amplia de 'terror existencial'. Se refiere a la ansiedad que sentimos cuando nos damos cuenta de la verdadera naturaleza de la existencia humana y la realidad de las elecciones que debemos hacer.
La angustia en el pensamiento existencialista
Como principio general, filósofos existencialistas han enfatizado la importancia de los momentos psicológicamente críticos en los que las verdades básicas sobre la naturaleza humana y la existencia se nos vienen encima. Estos pueden trastornar nuestras ideas preconcebidas y llevarnos a una nueva conciencia sobre la vida. Estos “momentos existenciales” de crisis conducen a sentimientos más generalizados de pavor, ansiedad o miedo.
Los existencialistas no suelen considerar que este miedo o pavor esté necesariamente dirigido a un objeto específico. Simplemente está ahí, como consecuencia del sinsentido de la existencia humana o del vacío del universo. Independientemente de cómo se conciba, se trata como una condición universal de la existencia humana, que subyace a todo lo que nos rodea.
angustiaes una palabra alemana que significa simplemente ansiedad o miedo. En filosofía existencial , ha adquirido el sentido más específico de tener ansiedad o miedo como resultado de las implicaciones paradójicas de la libertad humana.
Nos enfrentamos a un futuro incierto y debemos llenar nuestras vidas con nuestras propias elecciones. Los problemas duales de elecciones constantes y la responsabilidad de esas elecciones pueden producir angustia en nosotros.
Puntos de vista sobre la angustia y la naturaleza humana
Søren Kierkegaard usó el término 'pavor' para describir la aprensión y la ansiedad generales en la vida humana. Él creía que el temor está integrado en nosotros como un medio para que Dios nos llame a comprometernos con una forma de vida moral y espiritual a pesar del vacío de sinsentido que tenemos ante nosotros. Interpretó este vacío en términos de el pecado original , pero otros existencialistas usaron diferentes categorías.
Martin Heidegger usó el término “angustia” como punto de referencia para la confrontación del individuo con la imposibilidad de encontrar sentido en un universo sin sentido. También se refirió a encontrar una justificación racional para elecciones subjetivas sobre cuestiones irracionales. Esta nunca fue una pregunta sobre el pecado para él, pero sí abordó problemas similares.
Jean Paul Sartre parecía preferir la palabra 'náuseas'. Lo usó para describir la comprensión de una persona de que el universo no está perfectamente ordenado ni es racional, sino que es altamente contingente e impredecible. También usó la palabra “angustia” para describir la comprensión de que los humanos tenemos total libertad de elección en términos de lo que podemos hacer. En esto, no existen restricciones reales para nosotros excepto aquellas que elegimos imponer.
Miedo racional y realidad
En todos estos casos, el pavor, la ansiedad, la angustia, la angustia y la náusea son productos del reconocimiento de que lo que creíamos saber sobre nuestra existencia no es realmente el caso después de todo. Se nos enseña a esperar ciertas cosas de la vida. En su mayor parte, podemos seguir con nuestras vidas como si esas expectativas fueran válidas.
En algún momento, sin embargo, las categorías racionalizadas en las que confiamos de alguna manera nos fallarán. Entenderemos que el universo simplemente no es como asumimos. Esto produce una crisis existencial que nos obliga a reevaluar todo lo que creíamos. No existen respuestas sencillas y universales a lo que sucede en nuestras vidas ni fórmulas mágicas para resolver nuestros problemas.
La única forma en que se harán las cosas y la única forma en que tendremos significado o valor es a través de nuestras propias elecciones y acciones. Eso si estamos dispuestos a hacerlos ya responsabilizarnos de ellos. Esto es lo que nos hace únicamente humanos, lo que nos hace sobresalir del resto de la existencia que nos rodea.